jueves, 10 de noviembre de 2011

El camino de Fellini

“La Estrada”, 1957. Federico Fellini. 
En el circo de la vida, donde actúan locos en la cuerda floja o grotescos personajes que rompen cadenas gruesas, aparece Gelsomina, (una niña sin Padre y con una  Madre que la abandona a cambio de dinero) que con ojos curiosos y expectantes busca su lugar sembrando semillas de tomates frescos y se sorprende de la vida, de la música y del ritmo de la vera del camino.
Los protagonistas del circo viajan a diferentes lugares y pretenden animar el discurso rígido de los lugares que visitan, mostrando que se pueden romper cadenas, respirando fuertemente, y además que  se puede caminar entre la tierra y el cielo, sobre el aire, apenas soportado por una cuerda que se pisa, respirando suavemente.
La muerte, que es fiel compañera de la vida, la encuentra el loco, en manos de Zampanó, quien enfurecido golpea la cabeza soñadora de un hombre capaz de caminar entre el cielo y la tierra, para lo que necesita más corazón que fuerza; es la forma que encuentra Zampanó  de matar sus sueños.
Gelsomina, observadora y veraz, es la conciencia de Zampanó, quien quiere ocultar su pecado, el pecado de no aceptar el corazón o la capacidad de soñar, de acercarse al cielo, al cielo de aceptar y encontrar al otro.
Esa niña que no alcanza a ser mujer, rompe las cadenas de su pasado sin lugar, corta la cadena que la ata a Zampanó y transforma en música y en ritmo su vida   ¡!! Es un final feliz para Gelsomina!! ! Queda atrapada en su canto a la vida.
Lo natural, tiene ritmo y armonía como la música que encuentra Gelsomina en la trompeta, y lo cultural debe aportar rumbo, norte y la posibilidad de construir caminos, para lo que se requiere de fuerza, algunas veces enorme, y el poder que dá creer en el sueño de construirlo.
El circo representa la contranatura, el desafío a las fuerzas de la naturaleza y ¿la contracultura ?... ¿el desafío a las leyes de la Cultura? Matar es prohibido, incluso matar los sueños,….. de los otros y aún más los propios.
Sobre la tierra, con el cuerpo tendido en ella, llora Zampanó el enorme peso de la soledad, de la noche oscura y de las olas ondeantes y espumosas de la vida sin rumbo, sin norte, sin amor y sin perdón. La posibilidad del Padre, rector y promulgador de Ley es un papel que Zampanó perdió y por tanto, desvalido llora su desgracia.

Elizabeth Acero Matallana
Cine Club Míster Meebles
Marzo 21 de 2011

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