jueves, 10 de noviembre de 2011

El patronimico de Humberto D

“Umberto D”, 1952, Vittorio de Sicca
Los lazos familiares y el trabajo, que durante la juventud y la adultez construimos y sembramos para recoger al final de nuestros días, en la llamada tercera edad o vejez……….el paraíso soñado, recibir dinero sin trabajar y poder disfrutar de los lazos consolidados.
¿Pero qué queda? ¿Cual lazo familiar?….No hay Padre, ni Madre, ni hermanos, ni esposa, ni hijos, ni nietos, ni amigos…No hay lazos, estamos desanudados, desenlazados y en vez de “vivir”, el dinero que recibimos, no alcanza para “sobrevivir “.
Se ha trabajado en lo público (el ministerio de obras públicas) y donde ha quedado lo privado ?. El individuo en la quiebra, solo, sin lazo con lo propio, sin casa, sin lugar.
Y el trabajo, que debió dejar al menos una “pensión “, el valor monetario que la cultura le da al tiempo y al espacio de las personas que tuvieron la “suerte” de trabajar durante veinte años de su vida, deja una “pensión- dinero” para tratar de sobrevivir en una “pensión- lugar” que no equilibra el esfuerzo realizado, lugar del cual solo existe la posibilidad de que sea prestado o mejor dicho alquilado, no le pertenece.
Y entonces, queda la mascota que escucha a Umberto, lo ve, lo salva y lo acerca a lo natural, al tiempo que lo cultural lo ignora; entonces el apellido paterno, que lega la cultura como primacía del Padre, queda relegado a su primera letra, y definirse como Umberto D, en donde lo patronímico definitivamente se queda corto.


Elizabeth Acero Matallana
Cine Club Míster Meeblees
Marzo 5 de 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario